Hotel

Eran las doce de la mañana, más o menos, no lo recuerdo muy bien. Estaba ahí con mi padres y mi abuelo, en aquella recepción bastante... Bastante pintoresca por llamarlo de alguna manera. El recepcionista nos dio las llaves de la habitación 113 y al mirarme frunció el ceño y sacó un folleto en el que ponía que quedaba terminantemente prohibido el uso de dispositivos electrónicos o cualquier tipo de "artilugio"(Así venía escrito en el papel) que contuviera algún cable. Al enseñárnoslo preguntó si lo habíamos entendido, y mi madre dijo sin ningún reparo que no había problema, a lo que el hombre respondió sacando una hoja donde debíamos firmar todos sin excepción que estábamos de acuerdo con dichas normas, yo me negué a firmar puesto que soy menor y el hombre con el ceño aun fruncido respondió que no importaba. 
Una vez ya en la habitación y con todos los papeles firmados había otro folleto con una inscripción que decía algo parecido a "Por su seguridad dejen todos sus aparatos electrónicos en la caja fuerte y asegúrense de que no se abra" a mi esto me dio bastante mala espina, pero no le di tampoco mucha importancia. Al llegar la noche todos ya acostados y dormidos yo seguía despierta, no podía dormir, sufría cómo de costumbre otro episodio de insomnio pero como no era la primera vez me tire en aquel sofá de muelles y me puse a mirar la luz que entraba por agujero que tenía la persiana y a meditar en mis cosas, cuando aproximadamente sobre la media noche (digo aproximadamente por que no teníamos con que saber la hora) empezaron a oírse gritos y lamentos por los pasillos del hotel. Yo en ese momento me asusté bastante y fui corriendo a la cama de mis padres y se lo conté, ellos no me hicieron caso, me ignoraron como suelen hacer, pensarían que había tenido una pesadilla o que era a causa del insomnio. Me volví a aquel sofá cama y con el miedo y abrazando a mi gatito de peluche conseguí dormirme.
A la mañana siguiente me despertó él, un hombre que entró sin avisar a la habitación y como mi cama estaba justo delante de la puerta nada más abrir ahí estaba yo. Nada más entrar él pregunté sobresaltada -¿Quién eres?- A lo que el dijo -Servicio de habitaciones, disculpen. En ese momento retrocedió y cerró la puerta, del susto no pude volver a pegar ojo, así que un buen rato después de estar dando vueltas por las sabanas y haciendo chirriar aquel asqueroso sofá y sus asquerosos muelles, mis padres me despertaron, bueno, "despertaron". Nos fuimos a desayunar a el restaurante que había en la esquina del hotel, yo me tomé un chocolate con leche, que a mi parecer estaba buenísimo, pero la paz estaba durando mucho, y mis padres ya tenían que volver a sacar el tema de los peces, aquellos malditos peces que teníamos de los que me tenía que ocupar yo por que supuestamente, tener peces en mi habitación haría que durmiera mejor y todas esas mierdas supersticiosas. Pues empezaron a gritarme que por qué los había matado, que si no tenía sentimientos, que si estaba loca... ¿Loca yo? Cuando son ellos los que creen que si pasan debajo de una escalera les traerá mala suerte, en fin, prefiero no pensar en todo lo que se dijo esa mañana, por que se dijeron cosas muy feas.
Cuando volvimos a la habitación del hotel aun seguía cabreada por la discusión en el desayuno, pero es que me cabrearon muchísimo, y mi madre me pregunto que cuando quería que bajáramos a comer, como si a mi me hicieran caso alguna vez. Supongo que lo hizo para burlarse de mi o tomarme el pelo, así que yo pasé de responderla y sin decir nada me tumbé otra vez en el sofá con mi gato.
No pasó nada realmente interesante ni sospechoso durante la comida, tarde o cena pero cuando volvimos a la habitación todo habría cambiado. Al llegar nos encontramos la caja fuerte con nuestras pertenencias electrónicas por toda la habitación y era muy extraño pues no pareció faltarnos nada, solo estaban esparcidas, y al momento de recoger todas vino el recepcionista y nos vio con todas las cosas fuera, yo sabía que esto no pintaba bien, que nos iban a meter una multa o algo así, entonces sorprendentemente el recepcionista no dijo nada, sólo se fue por el pasillo y bajó por las escaleras riéndose. Nosotros nos miramos perplejos ante tal reacción, cerramos la puerta y recogimos la habitación.
Al rato vino un grupo de personas (se notaba que era un grupo de personas por el barullo que había en el pasillo) y fue mi padre a abrir la puerta y sin si quiera decir nada le pegaron un disparo con lo que creo que era una escopeta, mi madre empezó a gritar y también le dispararon y yo corrí sin que me vieran y me escondí en un armario, notaba como la adrenalina me había aumentado y solo podía pensar en que a mi abuelo no le hicieran nada, pero sin pensárselo le dispararon también. Sólo quedaba yo pero uno de los tíos dijo algo como "Ya está, sólo tres personas han firmado" y se fueron, luego salí y os llamé a ustedes.
-¿Entonces eso es todo?- Pregunto a Grace
-Todo señor- Le dijo mirándole a los ojos 
-¿Y porqué crees que te retenemos aquí siendo menor?
-¿Porqué no conozco mis derechos?- Levantó las manos esposada
-Señor- Entró en el cuarto de interrogación otro hombre- Podría salir un momento-
-Claro.
Salio del cuarto y el hombre le señaló una pantalla.
-Teniente, hemos encontrado el cuchillo con la que mató a su familia.

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